sábado, 11 de enero de 2014

Perdóname padre, porque he pecado.

Por tercer o cuarto año consecutivo, vuelvo a proponerme escribir más en 2014. No lo diré muy alto esta vez.

Hoy es el día.
Hoy es la noche, mejor.
Después de ni sé cuánto tiempo, me he cargado de valor, infusión de té verde y almendras al natural para vaciar un poco mi cabeza en este espacio al que acudo mucho menos de lo que debería y de lo que me gustaría. He pasado un poco el plumero y la aspiradora a esta especie de habitación virtual y vuelvo a ver un poco de luz y nuevos rincones en los que colgar cuadros abstractos y colocar flores frescas.

He elaborado cuidadosamente una lista de propósitos para este nuevo año 2014, no voy a negarlo. Sólo que por el momento no me he atrevido a plasmarla en papel por  si llega diciembre y no se ha materializado ni el 50%. Es la única forma de evitar (o disfrazar) un poco frustraciones personales y auto decepciones.

No pienso contaros mis propósitos, me niego rotundamente, tengo amor propio y además, como dice mi mami, es mejor que la energía no se disperse (o algo así que yo entiendo igual que lo de "nunca digas en alto el deseo que pides a una estrella fugaz o al soplar las velas de tu tarta de cumpleaños").

Sin embargo, de repente me apetece dispersar la energía en forma de confesiones confesables. Y no sólo eso, sino que os invito a auto-confesaros, y si sois valientes, a publicar aquí mismo vuestras pequeñas miserias.
Creo que es una especie de limpieza para empezar el año transparentes como el cristal. Una forma de mostrar que no sólo somos lo que parecemos. Ya lo hice hace tiempo aquí mismo en una de mis primeras entradas del blog, y me atrevo a repetir algunos años después. Por qué no?

Esto es como el 1, 2, 3, sólo que yo pondré las mías del tirón, sin pelos en la lengua!
(abstenerse guarradas sexuales o escatológicas, ejem).

-Juego al candy crush en el metro. Sí. No voy leyendo un libro en inglés. Ni siquiera el periódico.
-Meriendo gratis en los grandes super mercados. Cojo lo que me apetezca, me lo como mientras hago la compra y escondo el papel/caja/envoltorio detrás de los suavizantes o de los cartones de leche.
-Algunas noches de invierno duermo con calcetines y con pijamas anti morbo impenetrables.
-Amo comer con las manos, y cuanto más me ensucie, mejor.
-Cuando me quedo sola en casa, pongo los canales con las tele novelas sudamericanas más infumables. Y las disfruto.
-He llamado un par de veces a los programas de madrugada tipo bingo y juegos de palabras después de llevar más de una hora enganchada.
-He robado algún pinta uñas en mercadona.
-No me gusta NADA hablar por teléfono.
-Me enamoré perdidamente en un chat de internet (años a) y dejé a mi novio por un tipo virtual al que no había visto ni en foto.
-Me gusta bailar reggaeton.
-No soporto limpiar. No sé planchar. Gracias a dios, me encanta coser y cocinar, porque si no, no me hubiese casado en la vida.
-Se me mueren (mato suena muy mal) las plantas. SIEMPRE.
-Prefiero la bollería industrial a la casera. Ej: Prefiero una caña de chocolate de Panrico antes que un bizcocho casero recién hecho.
-NO ME GUSTA LA CERVEZA. (Pero sigo insistiendo por no sentirme de Marte en la Galerna).
-Tengo un sentido de orientación nulo. Preocupante. Después de 7 años, no sabría volver a mi casa en coche desde el centro de Madrid.
-Me he comprado ropa en los chinos. Varias veces. Y muy mona.
-Llevo sujetadores con relleno. MUCHO.
-Nunca he hecho un sudoku. No que no lo haya terminado, sino que ni he empezado.
-Adoro estrenar. Lo que sea. A veces tiro botes de champú antes de que se acaben para empezar el nuevo.
-Tengo predilección por los niños pijos que van de bohemios.
-Me he mordido las uñas hasta los 24 años.
-No sé esquiar. He ido una vez en mi vida y fue frustrante. Prometo volver a intentarlo.
-No me gusta bañarme en el mar. Nada.
-No sé pelar fruta, ni patatas.
-Mi película favorita sigue siendo Dirty Dancing.
-Escribí a Sorpresa Sorpresa para que me trajesen a Leonardo Di Caprio.
-Me presenté a la primera edición de Operación Triunfo.
-Me emociona más un desgarro flamenco que un riff de guitarra de blues.
-A mis prácticamente 30 años, sigue dándome miedo dormir sola en casa. Si no recuerdo mal, sólo lo he hecho dos veces y he tenido que dormir en el salón con la tele puesta o esperar a que amaneciese para meterme en la cama.
-Lloro hasta con el diario de Patricia.
-Veo La Voz. Y me gusta. Y me emociono.
-No me gustan los Simpson. Ni ninguna serie de dibujos para mayores.


...TO BE CONTINUED.

Y ahora, es tu turno!!!!!







4 comentarios:

  1. jajajaja....cómo me identifico en bastantes cosas....¡Qué alegría no ser la única! Hay tanto en común....¿para cuándo un club?

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  2. Jaaaajajaja! Me parto de risa! Taaaan de acuerdo en tantas cosas, sobre todo en la peli!

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  3. Qué grandeeee!! A mi me gustan Michael Bolton, Celine Dion y Laura Pausini, y duermo con la cabeza tapada, a veces incluso tapada y debajo de la almohada... Y también me gusta La Voz jajjajaa

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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