miércoles, 25 de enero de 2012

Los zapatos feos.

No pretendo ser ni mucho menos original con esta entrada, es más, seguro que cientos, si no miles de personas, han escrito sobre los personajes tan variopintos y peculiares que frecuentan el metro en nuestra querida ciudad. 
No suelo viajar en este medio de transporte a menudo, pero reconozco que cuando lo hago, adoro ir con los ojos abiertos como platos observando, simplemente observando. A veces me sorprendo a mi misma sonriendo y otras menos habituales hasta se me humedecen los ojos.


Casualmente, hoy llevaba papel y lapiz (boli, para ser exactos) en el bolso y en mis 22 paradas de ida y mis 22 de vuelta de Alameda de Osuna a Quevedo, ha surgido el contenido de estas líneas.



Personajes en el metro de Madrid un martes por la tarde:
  • El viejecito haciendo crucigramas: 
Este personaje siempre, siempre, me enternece. Habitualmente va perfectamente vestido, y me gusta pensar que es porque la mujer que le ha acompañado durante toda su vida, todavía le espera en casa y le cuida mucho. Me encanta ver cómo saca cuidadosamente del bolsillo enorme de su abrigo de paño, un montón de papelotes, y entre ellos una revistita de crucigramas doblada en dos con las tapas destrozadas.  

Un pensamiento que me repetía de niña era: todos los señores mayores son muy sabios e inteligentes porque completan sin problema cualquier crucigrama que se les presente, y nunca, repito, nunca, acceden a mirar las soluciones. Siempre admiré mucho a mi padre por ello, podía pasarme horas observando cómo poco a poco resolvía incluso los "autoblancos" que para mí esto sólo era posible entre los mejores de los mejores.
Qué lástima que con la edad y con mi propia experiencia "crucigramística", descubrí que en algún momento de la historia, los inventores del crucigrama decidieron que SIEMPRE se utilizarían las mismas definiciones y los mismos términos, a lo largo de los siglos. Amén. Con lo cual, mis tan apreciados hombres sabios e inteligentes, se redujeron simplemente a hombres con buena memoria. Ay... la vida!!


  • Chica que mira su móvil cada 20-30 segundos. 
Es triste, pero con ella me he identificado bastante, me ha recordado a mí hace más o menos diez años. ¿POR QUÉ LO HACEMOS TAN COMPULSIVAMENTE? ¿QUÉ ESPERAMOS QUE OCURRA? Yo os lo cuento, aunque es un secreto entre nosotras: Lo que realmente esperamos es que de repente nuestro príncipe azul golpeé tres veces con los nudillos en la pantalla del móvil, que salga de ella a tamaño natural y que con la mejor de sus sonrisas nos regale un beso de tornillo de los de las películas. 
Eso es lo que esperamos, pero como no es lo que suele pasar, nos conformamos con que el sapo de turno nos haga una llamada perdida fulminante o nos envíe un monosilábico mensaje contestando a nuestra última parrafada sentimental.


  • La señora de entre 50 y 65 años con su fabuloso libro electrónico, regalo de reyes, acoplado perfectamente en su maravillosa funda imitación piel, color granate. 
Ella por fin se siente "en la onda", a la moda, en la cresta de la ola de la tecnología actual. Se siente hasta más cerca de sus hijos. Está pensando incluso en cambiarse de compañía de teléfono para que le regalen el iphone porque quiere atreverse con el whatsapp. Me encanta la mezcla de seguridad y terror con que pasa las "páginas" de su "libro" electrónico. Veo a mi madre tan identificada con ella que me dan ganas de sentarme a su lado y pasarle el brazo por detrás de los hombros.

  • Treintañera con buena pinta, sentada, con la coleta deshecha, cara de cansada y un bolso enorme cargado de todo lo posible que quepa o no quepa en él:
Mirándose las uñas, piensa "cuánta falta me hace una manicura"; levanta la vista al frente, se ve reflejada en el cristal de la ventana, y continúa pensando; "y unas mechas". En ese instante suena su teléfono móvil y pone cara de pánico porque el móvil está DENTRO DEL BOLSO. La pobre hace mil peripecias para encontrarlo y cuando por fin da con él, mira en la pantalla quién llama, esboza la mejor de sus sonrisas, pulsa el botón verde y pronuncia un encantador y efusivo "HOLA!!!!!". Una pena, justo en ese instante el metro pasa por un túnel y no da tiempo a que nadie conteste. Esta vez ella lo piensa mejor y con expresión de "qué putada" se mete el móvil en el bolsillo de la americana.


Acabo de revisar las notas que he tomado en el metro y creo que si escribo 10 líneas por cada uno de los personajes que hoy han llamado de atención, no me iría a la cama hasta las 3 de la mañana, y vosotros jamás volveríais a leerme. Con lo cual, transcribo literalmente mi listado:

  • Un adolescente jugando a algo en su móvil que provocaba en él las gesticulaciones más extrañas y exageradas que jamás haya visto. Y sin vergüenza alguna, claro.
  • Un niño que subía en metro por primera vez. Adorable, me lo hubiese llevado a casa después de pedirle que le dejase a su madre la mitad de su exaltación.
  • Una veinteañera maquillándose como una puerta. Un dato importante es que en ocasiones podemos confundir su bolso con su neceser, ya que son prácticamente del mismo tamaño debido a la cantidad de potingues necesarios para el acto de chapa y pintura. Recomiendo que este personaje se observe detenidamente de principio a fin para ver el antes y la de después. 
  • Jovenes escuchando música con cascos megapotentes y cada vez más grandes. Los cascos que llevan los señores que manejan martillos hidráulicos ya no son nadie. Estos jóvenes se aislan tanto del mundo que cantan a unos volúmenes que una no sabe si echarles dinero, avisarles del ridículo que están haciendo o simplemente pedirles que se callen.
  • Señoras vestidas ULTRACONJUNTADAS. ¿Cómo es posible que existan tantos elementos del mismo color? Zapatos, pantalones, camiseta, abrigo, pañuelo, guantes, horquillas para el pelo y hasta la raya del ojo. Y yo me pregunto, tendrán de todo de todos los colores?
  • Viejecitos con bolsas de supermercado anudadas. De verdad, necesito saber qué llevan ahí.
Sudamericanas con las cejas pintadas, señoras setentonas hablando mal del hijo de la vecina, hombres descuidados con un calcetín de cada color, niñas adolescentes pidiendo sexo a gritos con sus faldas minúsculas, curiosos leyendo el libro del de al lado, heavys pasados de moda, pijas con cara de "estoy aquí pero que sepas que tengo mi 206 descapotable en el garaje de papá"... y podría seguir y seguir... 
Pero sabéis? Esta tarde, llegando a mi parada de destino y después de guardar mi libreta en el bolso, he encontrado un punto en común entre todos los pasajeros: LOS ZAPATOS FEOS.







viernes, 20 de enero de 2012

...y sigo buscándome.

Hoy hace 262 días que publiqué la última entrada de mi blog. Y es demasiado. Porque a veces sí que es demasiado. 
Puedo prometer y prometo que en estos casi 9 meses he hecho algún decidido intento de sentarme al ordenador cargada de palabras, enfrentarme a mi blog e incluso escribir el título de una "Nueva entrada". 
La constancia nunca fue una de mis virtudes, y es una vez más la razón de mi ausencia virtual como "bloggera". Pido perdón por ello, a mis seguidores visibles y a los invisibles. Pido perdón también a esa princesa extraviada que se siente un poco menos perdida cada vez que le dedico unas líneas.

...y sigo buscándome.
Creo que ese podría ser el título si tuviese que poner uno a mi año 2011.
Os pongo un poco en antecedentes:


  • Nombre Real: Tamara
  • Nombre Actual: Baby, Mara, Tammy, Ta, Turmis, Tur.
  • Edad Real: 27 años
  • Edad Emocional: A veces 5, otras muchas 18, y la mayoría del tiempo, entre 40 y 120 años.
  • Edad Mental: No hay datos.
  • Domicilio Real: C/Bahía de Cádiz, nº x Madrid
  • Domicilio Habitual: Las nubes.
  • Domicilio Emocional: C/Donantes de Sangre nº 5. Villafranca de los Caballeros, Toledo.
  • Estado Civil: Casada
  • Estado Sentimental: Enamorada, feliz, plena. (He de puntualizar que sentimentalmente encontré mi lugar la noche que conocí al que hoy es no sólo mi marido, sino también mi "rescatador", mi amante, mi compañero de camino, mi báculo y mi estimulador personal. Él se encarga cada día de poner frente a mi un espejo en el que re-conocerme y de colocar a mis pies un trampolín cuando yo sola no me atrevo a saltar. Y si es necesario, él también me empuja).
  • Estado Emocional: Extraviada.
  • Ocupación Actual: Directora de Ever After producciones, diseñadora gráfica, cantante de la banda Mammy Tuna, fotógrafa, productora del festival musical Welcome Back Festival, asesora de imagen personal, maquilladora, organizadora de eventos, cocinera y fundadora del futuro catering Alma y Sabores.


Creo que ahora ya sabéis por qué me sigo buscando...
Este nuevo año he decidido no hacer una absurda lista de propósitos, sólo quiero encontrarme.