miércoles, 15 de enero de 2014

No puedo bailar si no es contigo.




Son las 3 y media de la mañana, llegué a casa.

Huí y me fuí sin despedirme.

Siento que te amo mucho y lo sé en cada momento.
Lo sé cuando me levanto, porque un escalofrío recorre mi cuerpo al darme cuenta que ya no estás, que no fue un sueño, que no estás ahí, y tengo que hacer el esfuerzo de pensar que hoy es un día más y debo tratar de ser feliz, para estar mejor​.
Después me voy a la playa con ​Eva, pero ​ ella me ​dice: ÉL, NO VA A VENIR. Y me duele en el alma, y me enfado mucho porque nunca le pregun​té​ nada que diera pie a esa respuesta.
Huyo de ​Eva y me voy a un concierto de Samba en la playa.​ Un montón de brasileños, gente joven vestida con bañador, pareo, chanclas, gente feliz que sonríe al dejarse llevar por la música mientras mueve su cuerpo descalzo. Niños que danzan al son de un ritmo alegre. ​ 
Mis amigas bailan también y me piden dos o tres veces que las acompañe. Debo disimular,​ porque no puedo bailar, no puedo...​ y me siento en la arena y las miro. Puedo apreciar su felicidad, pero no me puedo acercar porque la tristeza me ancló al suelo y simplemente me mantiene en una calma que permite ver la felicidad en el otro y esperar… esperar… esperar…

Pasará en algún momento, pasará…

Después me voy a casa. El plan era salir esta noche pero no me apetece, y sé ​ que debería hacerlo, debería obligarme a estar bien, a hacer cosas que cambien mi estado emocional porque no quiero seguir en esta especie de atontamiento y tristeza que ve la felicidad a su alrededor pero no me permite sentirla en mí misma​.
Entonces, me ducho, y​ trato que el agua caliente caiga sobre todo mi cuerpo y pueda arrancar ese sentimiento pegajoso, que esta pegado a TI ​ y no me permite liberarme, ni sacar energía, ni​ ilusionarme por salir o ​conocer gente nueva...

Pero tras la ducha, ​ ese “ente” sigue ahí, sólo se ha diluído un poco. Me seco el pelo, me miro en el espejo y me veo bonita, pero algo triste… Después pienso que una cerveza (aunque no me guste) podrá cambiar esa tristeza,  o al menos hacer que no sea consciente de ella, para seguir en ese estado de atontamiento emocional que​ no duele, ​só​lo es pesado, congojoso, arduo, pero no me inquieta. Puedo hacer vida normal con eso, con mi duelo, ​ podría vivir así.

Pero me niego, quiero sacármelo de encima, hago un último esfuerzo y ando erguida, mirando a los ojos de la gente mientras paseo calle abajo.
Todo e stá lleno de gente, gente que me mira, yo les miro, parejas que se besan, chicos que miran hacia mí, y me digo "​todo va a ir a mejor".

Llego a la plaza, aparece el amigo de mi amiga y después​,​ acto seguido,​ un chico apuesto. Me mira, le miro, viene con nosotros y vamos a un bar. Charlamos, é​l charla con mi amiga y​ sonríe todo el tiempo, pero ​ conmigo parece indeciso.
Después vamos a otro bar, el amigo habla con mi amiga de nuevo y suena de fondo ​ una canción que dice ​"​TE AMO"​ y yo no puedo prestar atención a la conversación sobre técnicas de meditación, que esmeradamente trata de describir mi contertuliano, ​pues mi mente va hacia TI, y siente que la canción no podría describir mejor lo que siento, y que basta, es así, por qué​ negarse al sentimiento pegajoso que​ sigue ahí y sé que​ tampoco se va a ir.
El contertuliano sonríe, pensó que me interesaba lo que contaba.​
El amigo interesante me coge de la cintura para bailar, parece que sí le gusto, per​o no puedo sostener eso.​ Huyo. Aún no conseguí juntar todos los pedacitos, así que debo marcharme...

El chico no entiende, me llama conservadora, sonrío por educación y por reírme de su respuesta tan mediocre y me alejo. 

Me invade un sentimiento de rabia, porque no puedo disfrutar, sentir, me privaste de ti y de cualquier otro. Te llevaste mi deseo y lo tienes preso, y ahora no puedo tenerlo para disfrutar, no está, lo tienes preso. Te llevaste todo eso, para nada. Porque tú​ no estas como yo. Devué​lvemelo por favor, devuélvemelo, o devuél​veme la historia!

Lucho cada día para afrontar esta situación y me miento para seguir.
Pero no vale la pena…no tiene sentido el precio que debo pagar.
En algún momento estuviste, te ví abrazándome, te ví acariciándome, te ví llamarme hermosa, te ví besando mi cuerpo, te leí, te observé, te ví, te ví​…
Pero ahora eso ya no vale… devuélveme la ilusión porque quiero vivir.


Fdo: Una princesa extraviada.

2 comentarios:

  1. Es realmente asfixiante esa situación-sensación. Espero que no sea algo que nos haya tocado vivir a todas.......por SUERTE, en mi caso si lo viví. Me ReConozco en todas y cada una de una de las sensaciones que describes. Recuerdo todo aquello que viví, como el paso previo de mi despertar.......a veces debes llegar muy abajo para poder subir mas allá de tus límites.
    Que gran error creer que nos morimos en vida, sin la compañía del otro.......solo nos morimos sin nosotros mismos.
    Curará, te aseguro que la herida curará y si te lo permites, llegarás a conocerte a ti misma a un nivel que ni te imaginas. Te conoceras, te re-conoceras y te llegarás a querer tanto que nunca mas te permitirás "regalarle" y "cargar" a nadie con la responsabilidad de tu propia felicidad.
    Se feliz por ti y para ti, que nadie te robe tu luz y tu energía. Re-create en esto que estas pasando para crearte tal y como eres y disfruta de ello. Siempre se piensa que él es alguien único e irrepetible......y es cierto, al igual que tú, pero probablemente no era esa persona realmente única e irrepetible que tienes esperando a la vuelta de la esquina.......esperando a que tú te reconquistes primero.......esperando ese momento en el que tu te sientas tan viva y llena de energía que no necesites a nadie para que te hagan feliz, porque ya te tendrás a ti misma. Será ese el día en que encuentres a quien de verdad merece la pena que camine a tu lado, junto a ti......dejándote seguir creciendo. Todo llega, no desesperes.

    ResponderEliminar
  2. Te entiendo perfectamente. Sé lo que sientes y, de hecho, me duele decir que estoy igual ahora mismo :-(
    Ánimos!

    ResponderEliminar